LE
GUSTABA MUCHO QUEDARSE HARAGANEANDO EN EL
RÍO, DISPUTÁNDOLES LAS GUAYABAS A LOS PÁJAROS,
LEYENDO A PLATÓN. LE REPROCHÉ PORQUE NO
IBA A CLASE. ME CONTESTÓ: - VOS SOS PENDEJO.
PLATÓN ES MUCHO MEJOR MAESTRO QUE DON SOFONÍAS
ARCILA.
ME
DOLIÓ POR DON SOFONÍAS. ME GUSTABA MÁS EL
NOMBRE DE SOFONÍAS QUE EL DE PLATÓN, QUE
PARECÍA UN APODO; Y ADEMÁS DON SOFONÍAS
ERA EL PROFESOR DE CIENCIAS NATURALES, MI
MATERIA PREFERIDA. HACER HERBARIOS, EMBALSAMAR
ANIMALES: NO HAY UNA COSA MÁS LINDA EN LA
VIDA. EMPECÉ A COGERLE FASTIDIO AL TAL PLATÓN.
NOS
HICIMOS MUY AMIGOS, GONZALO Y YO. USTEDES
SABEN CÓMO ES CUANDO DOS CHICOS EN EL COLEGIO
SE HACEN AMIGOS: LOS PROFESORES CREEN QUE
SON MARICAS. SI NO FUERA POR LOS PROFESORES,
LOS MUCHACHOS PODRÍAN SER FELICES.
EN
ESE TIEMPO LA FILOSOFÍA ESTABA DE MODA ENTRE
LOS ESTUDIANTES DEL LICEO JUAN DE DIOS URIBE,
EN ANDES, A LA ORILLA DE TORRENTOSO RÍO
SAN JUAN, QUE SE HA TRAGADO CARROS CON TODA
LA GENTE ADENTRO; Y SE CANSAN DE BUSCAR
A LOS AHOGADOS, Y NO LOS ENCUENTRAN SINO
CUANDO YA VAN LLEGANDO AL RÍO CAUCA, CON
ESE MODO DE NADAR, TAN CALMADO E INDIFERENTE,
QUE TIENEN LOS AHOGADOS.
Y
ADEMÁS DE LA FILOSOFÍA, TAMBIÉN ESTABA DE
MODA ENTRE NOSOTROS LA ORATORIA, Y LOS MÁS
AFICIONADOS SE IBAN A GRITAR IMPROVISADOS
DISCURSOS AL RÍO, Y YO SÉ QUE EL RÍO LOS
GRABÓ, PERO SE LOS LLEVÓ HASTA EL MAR, Y
AHORA ESOS DISCURSOS ANDARÁN ASUSTANDO A
LA GENTE EN EL MAR.
PORQUE
ENTRE ELLOS ESTABAN LOS DE LUIS ANÍBAL TASCÓN,
UN INDÍGENA QUE LLEGÓ A SER ABOGADO PARA
DEFENDER A SU TRIBU, Y ENTONCES LO ASESINARON;
Y ESTABAN LOS DE GONZALO ARANGO, QUE QUERÍA
SER ORADOR Y FILÓSOFO, Y MUCHAS OTRAS COSAS,
ALGUNAS DE LAS CUALES ERAN INCOMPATIBLES
ENTRE SÍ, POR LO CUAL TUVO QUE ESCOGER,
Y ESCOGIÓ, Y NO SABÍAMOS QUE EL ESCOGIDO
ERA ÉL.
YO
CURSABA EL PRIMERO DE BACHILLERATO, GONZALO
EL SEGUNDO, PUES ÉL, EN ESE ENTONCES IBA
ADELANTE MÍO, Y AHORA YO VOY DETRÁS DE ÉL.
PROCURABA
SIEMPRE APARTARSE A LEER, Y CONSTRUYÓ UN
REFUGIO EN EL SOLAR DE SU CASA, CON AYUDA
DE BERNARDO SALAZAR, UN COMPAÑERO DE BETULIA,
INTERNO COMO YO. LOS SÁBADOS Y LOS DOMINGOS
IBAN A TRABAJAR. PUSIERON PISO DE TABLAS,
Y PAREDES DE TABLAS, Y LAS VENTANAS NO LAS
PUSIERON DE NADA, SINO DE VENTANA, CON UN
TECHO, PARA QUE, SI LLOVÍA, LA LLUVIA PUDIERA
HACER ESE RUIDITO TAN SABROSO QUE A LA LLUVIA
LE GUSTA HACER EN LOS TECHOS DE LAS CASAS
PARA QUE LA GENTE QUE ESTÁ DEBAJO SE QUEDE
QUIETA Y EMPIECE A BOSTEZAR Y SE VAYA DURMIENDO
CON UN LIBRO EN LA MANO.
BERNARDO
SALAZAR FUE DESPUÉS MAESTRO DE ESCUELA.
TENÍA QUE SER MAESTRO DE ESCUELA, PORQUE
ERA UN MUCHACHO MUY POBRE. UNA VEZ FUI A
SU CASA. UNA VEZ NADA MÁS, PORQUE QUEDABA
ALGO LEJOS. ESA VEZ QUE FUI A SU CASA, LO
HICE SOLAMENTE PARA CONOCER Y SALUDAR DE
MANO A SU MADRE Y A SU HERMANA. VIVÍAN TAN
SOLITAS LAS DOS QUE ÚNICAMENTE LAS ACOMPAÑABA
EL TIEMPO CON SUS HORAS, SUS MINUTOS Y SUS
SEGUNDOS, EN UN RANCHITO MUY FLACO Y CON
UN PERRITO DE ESA RAZA QUE LLAMAN FAMÉLICA,
O LATINOAMERICANA, QUE SI NO LO COGÍ FUE
PORQUE NO SE PODÍA COGER, PERRITO INASIBLE,
CON TUS LADRIDOS DE BIENVENIDA, LADRIDOS
INAUDIBLES, COMO TANTOS PERRITOS DE GENTE
POBRE, QUE CASI NO TIENEN PERRITO.
AQUEL
RANCHITO, EN LAS AFUERAS DE BETULIA, ERA
UN RANCHITO DE PAJA CON UN PATIO MUY BARRIDO,
DONDE BRILLABAN LAS ROSAS MÁS LINDAS DEL
MUNDO, PERO ERAN UNAS ROSAS CHIQUITITAS,
COMO LA POBREZA QUE TENÍA SITIADO AQUEL
RANCHO.
PARA
LLEGAR ALLÍ, YO HABÍA TENIDO QUE IR DE ANDES
A BOLOMBOLO EN BUS, Y MIRAR UN RATO BIEN
LARGO EL RÍO CAUCA, PARA QUE NO SE ME OLVIDARA
CÓMO ERA AQUÉL RÍO, Y DESPUÉS HABÍA TENIDO
QUE IR POR OTRA CARRETERA Y PASAR POR CONCORDIA
Y LLEGAR A BETULIA EL DÍA SIGUIENTE, PORQUE
HABÍA HABIDO UN DERRUMBE Y NO HABÍA QUEDADO
PASO Y YA ESTABA MUY OSCURO CON LA LLUVIA
QUE CAÍA.
Y
AL RATO DE HABER LLEGADO NOS SIRVIERON LA
COMIDA, A MÍ Y AL PERRITO. NO HABÍA MÁS
COMIDA QUE ÉSA, PERO NO ERA GENTE DE LIMOSNA.
ANTES EN ANTIOQUIA LA GENTE ERA ASÍ. LOS
LIMOSNEROS VINIERON DESPUÉS. A LOS LIMOSNEROS
LOS PRODUCE LA RIQUEZA. MIENTRAS MÁS LIMOSNEROS
HAY, MÁS RICO ES EL PAÍS. Y LOS ESTADOS
UNIDOS DEBEN SER UN PAÍS MUY POBRE, PORQUE
ALLÁ NADIE TIENE UNA MONEDA PARA DAR. SI
TE LA DAN, TE COBRAN INTERESES.
AQUÉL
REFUGIO QUE GONZALO CONSTRUYÓ EN EL PATIO
DE SU CASA PASÓ A LLAMARSE LA ISLA, Y GONZALO
Y YO TUVIMOS DESDE ENTONCES LA OBSESIÓN
POR LA ISLA. COMO NUNCA PUDIMOS TENER ESA
ISLA, TERMINAMOS CONSTRUYÉNDOLA DENTRO DE
NOSOTROS MISMOS, Y ESA FUE LA RAZÓN POR
LA QUE MÁS TARDE GONZALO SE APASIONÓ POR
SAN ANDRÉS Y PROVIDENCIA, Y ALLÁ ENCONTRÓ
A ANGELITA, QUE LO ESTABA ESPERANDO DESDE
1946, O QUIZÁ DESDE ANTES, DESDE EL COMIENZO
DEL MUNDO.
COMO
NADIE SABÍA EL MODO EN QUE LAS COSAS SE
ENTRELAZAN ACÁ EN LA TIERRA, GONZALO LE
TRANSMITIRÍA MUCHO DESPUÉS A SIMÓN GONZÁLEZ
RESTREPO AQUELLA IDEA DE LA ISLA, Y POR
ESO SIMÓN FUE A PARAR A SAN ANDRÉS, Y SAN
ANDRÉS TUVO UN BUEN GOBERNADOR POR PRIMERA
VEZ EN TODA SU HISTORIA.
COMO
YO TENÍA UN PERIÓDICO, CONVENCÍ A GONZALO
DE QUE ESCRIBIERA UN ARTÍCULO, Y LO ESCRIBIÓ
SOBRE EL QUIJOTE, EN EL CUARTO CENTENARIO
DE CERVANTES. ESE ES EL PRIMER ARTÍCULO
QUE GONZALO ESCRIBE, SIN SABER QUE DESPUÉS
IRÍA A PARECERSE UN POCO A QUIJOTE, PORQUE
ASÍ ES EL MODO QUE LAS COSAS TIENEN DE ENTRELAZARSE
EN ESTE MUNDO.
TAMBIÉN
ORGANIZAMOS UN CENTRO LITERARIO, EL CENTRO
INDIO URIBE, QUE ERA MÁS O MENOS COMO LOS
TALLERES DE HOY.
DESPUÉS
DEL COLEGIO LE CAMBIARON LA TEJA DE BARRO
COCIDO POR PÁGINAS DE ETERNIT Y DEJARON
SEMBRAR CASAS EN LOS TERRENOS A SU ALREDEDOR.
PERO EN LOS AÑOS CUARENTA ERA UN BELLO E
IMPONENTE EDIFICIO SOLITARIO EN UN RECODO
DEL RÍO, SOBRE UNA BREVE MESETA. A SU FRENTE
ESTABA EL CAMPO DE FÚTBOL, PRESIDIDO POR
EL BUSTO DEL INDIO URIBE.
UNA
MAÑANA ENCONTRAMOS CON SORPRESA QUE DURANTE
LA NOCHE UNAS FUERZAS QUE NO SOSPECHÁBAMOS,
PERO QUE DEBÍAN SER LAS MÁS NEGRAS Y SANGRIENTAS
DE LA HISTORIA, HABÍAN DERRIBADO EL BUSTO
Y LE HABÍAN SEPARADO LA CABEZA. ERA 1948.
EMPEZABA LA VIOLENCIA EN COLOMBIA.
POR
ESO UNA NOVELA DE AMÍLCAR OSORIO ACERCA
DE AQUELLA ÉPOCA SE TITULA: “LA EJECUCIÓN
DE LA ESTATUA”, NOVELA INÉDITA, COMO LA
MAYOR PARTE DE LA OBRA NADAÍSTA, QUE A PESAR
DE ESTAR INÉDITA TÁNTO HA INFLUIDO EN LA
NUEVA LITERATURA COLOMBIANA DESDE SUS SOLOS
TÍTULOS: “SÚBETE EN TODO MÍ”, O “LA FRENTE
CUBIERTA POR EL CABELLO”, SON TÍTULOS QUE
POR SÍ SOLOS TRANSFORMAN UNA LITERATURA.
LA OBRA POÉTICA DE AMÍLCAR U., O LA DE DARÍO
LEMOS, TUVIERON RECONOCIDA INFLUENCIA EN
LA POESÍA JOVEN, AÚN SIN HABER SIDO PUBLICADAS
EN LIBRO. Y EL QUE MÁS LIBROS HA PUBLICADO,
EDUARDO ESCOBAR, QUE HA PUBLICADO TRECE,
LOS SIGUE CONSIDERANDO INÉDITOS, CON TODA
LA RAZÓN. EN 1970 AMÍLCAR OSORIO ESCRIBIÓ:
“HACE DOCE AÑOS QUE EDUARDO ESCOBAR ES EL
MEJOR POETA DE COLOMBIA Y POCA GENTE LO
SABE”. ESTAMOS EN EL 86 Y LO ÚNICO QUE HA
CAMBIADO ES QUE YA HACE VEINTIOCHO AÑOS.
EN
1949, GONZALO VIAJA A TERMINAR EL BACHILLERATO
EN EL LICEO ANTIOQUEÑO. CUANDO LO VUELVO
A VER ES REDACTOR DE LA REVISTA DE LA UNIVERSIDAD
Y SECRETARIO DE LA BIBLIOTECA Y ME DEJA
LEER LOS LIBROS QUE SE ENCUENTRAN PROHIBIDOS,
EN UNA SALA LLAMADA “EL INFIERNO”, DE DONDE
SACO ALGO CHAMUSCADOS A THOMAS MAN, A HERMAN
HESSE, Y A MUCHOS OTROS GRANDES MAESTROS
QUE ABEL NARANJO VILLEGAS TENÍA CONDENADOS
ALLÍ.
MUY
PRONTO GONZALO RENUNCIÓ A LA UNIVERSIDAD,
PORQUE DIJO QUE LO QUERÍAN GRADUAR DE IMBÉCIL,
Y SE RETIRÓ A UNA CASITA DE CAMPO DE DONDE
SACABA BULTOS DE NARANJAS QUE VENDÍA ÉL
MISMO EN LA PLAZA DE MERCADO PARA PODER
COMPRARLE PAPEL Y CINTA A SU DEVORADORA
MÁQUINA DE ESCRIBIR, ESA MÁQUINA DE GONZALO
MASTICABA CINTAS SIN PARAR. ESCRIBIÓ “DESPUÉS
DEL HOMBRE” Y “ADIÓS AL PARAÍSO”, NOVELAS
QUE NO SE PUBLICARON PERO OTROS APROVECHARÍAN
SUS TÍTULOS.
POCO
A POCO SE FUE VOLVIENDO AGRESIVO Y SOMBRÍO,
Y UNA NOCHE QUE ME LO ENCONTRÉ EN LA PLAZUELA
NUTIBARA ESTABA COMPLETAMENTE TRANSFORMADO.
SE SUBIÓ EN UNA BANCA, GRITÓ COMO UN POSESO:
- ¡YO SOY DIOS; HUÍD DE MÍ!, Y SALIÓ CORRIENDO
O VOLANDO, NO LO PUDE VER BIEN.
EN
1958 GONZALO FUE A CALI PARA FUNDAR EL NADAÍSMO
VALLECAUCANO, QUE RESULTÓ SER DISTINTO DEL
NADAÍSMO ANTIOQUEÑO, PORQUE EL NADAÍSMO
ANTIOQUEÑO NO CONOCIÓ EL HUMOR. DESPUÉS
DE UNA DE ESAS CONFERENCIAS INICIALES QUE
SE CONVERTÍAN EN CASOS DE ORDEN PÚBLICO,
CON CARGAS DE LA CABALLERÍA, NOS ENCONTRAMOS
EN UN CAFÉ DE LA CALLE DOCE, Y ALLÍ CONOCÍ
A JOTAMARIO. ERA UN CHICO DE ASPECTO DELICADO,
APARENTEMENTE INOFENSIVO. NADIE SOSPECHABA
NADA.
BOGOTÁ,
CASA DE POESÍA SILVA, SEPTIEMBRE 25 DE 1986.
ARCHIVO DEL MOVIMIENTO NADAÍSTA. BIBLIOTECA
PÚBLICA PILOTO DE MEDELLÍN PARA AMÉRICA
LATINA.
------------------------------------------------------------------------------------
GONZALO
ARANGO Y EL EXISTENCIALISMO
POR
JOTAMARIO ARBELÁEZ
CUANDO
CONOCIMOS A GONZALO ARANGO LO PRIMERO QUE
NOS LLAMÓ LA ATENCIÓN FUE SU PALIDEZ CADAVÉRICA,
SU LARGA MELENA GRASIENTA, SUS UÑAS DE LUTO,
SU GABARDINA GRIS CON UN ASCUA DE MUGRE
BORDEANDO SU CUELLO, EL FULGOR DEMONÍACO
DE SU MIRADA Y LA EXPRESIÓN DE SU PENSAMIENTO
QUE RAJABA LAS MESAS. SU CUERPO SIN EMBARGO
MANTENÍA IMPREGNADO EN VETIVERT.
ACABABA
DE FUNDAR EL NADAÍSMO, LA ÚLTIMA ESPERANZA
DE SOBREVIVIRSE, YA QUE HABÍA PASADO POR
LAS VERDES Y LAS MADURAS EN ESTE MUNDO DESVIROLADO.
INCLUSO ESTUVO A PUNTO DE PERDER LA VIDA
CUANDO LAS TURBAS ENARDECIDAS DEL 10 DE
MAYO BUSCABAN A LOS INTEGRANTES DE LA TERCERA
FUERZA PARA PASARLOS AL PAPAYO. ÉL MUY LADINO,
QUERIENDO TOMARSE EL PODER PARA EMPEZAR,
PARECE QUE ESCRIBÍA LAS CONSIGNAS Y MANIFIESTOS
DEL TERRATENIENTE GENERAL.
PERO
PARA ALGO SE HICIERON EN LOS RECINTOS PÚBLICOS
LOS RETRETES PARA SEÑORAS. EN UNO DE ELLOS,
EN MEDIO DEL EFLUVIO DE TANTA NALGA PERFUMADA
DE SECRETARIA, PUDO PRESERVAR LA VERTICALIDAD
DE SU CALAVERA. Y ESCAPÓ AL CHOCÓ CON “EL
SER Y LA NADA” A SALVO, Y “LA NÁUSEA” POR
AÑADIDURA. ALLÍ, A LA ORILLA DEL RÍO ATRATO,
SE COMPENETRÓ EN TAL FORMA CON EL FILÓSOFO
DINAMITERO DE LA FRANCIA LIBERTARIA QUE
HIZO UN PACTO CON EL DIABLO QUE CARGABA
EN SÍ MISMO Y SE PROMETIÓ CONDUCIR A LA
JUVENTUD DE SU PATRIA POR LOS CAMINOS DE
LA PERDICIÓN REDENTORA.
SI
PARA LOS NADAÍSTAS GONZALO FUE NUESTRO PROFETA,
SARTRE FUE NUESTRO ALÁ. Y EL PRIMER NADAÍSMO
SE NUTRIÓ CON “LAS MOSCAS” Y CON “LAS MANOS
SUCIAS”. LA MAYORÍA NO TENÍAMOS AÚN VEINTE
AÑOS, Y COMO DECÍA PAUL NIZAN CITADO POR
SARTRE, “NO PERMITIRÉ QUE SE DIGA QUE ESA
ES LA EDAD MÁS HERMOSA DE LA VIDA”. IBAMOS
CONTRA EL MUNDO PARA ENTERRARLO, PARA DECLARARLO
DIFUNTO Y COLOCAR UN RAMO DE ORTIGAS SOBRE
SU FÉRETRO. HABÍA LA AMENAZA NUCLEAR, LOS
VESTIGIOS DE LA VIOLENCIA QUE EN REALIDAD
NUNCA SE EXTINGUIÓ EN COLOMBIA, Y SIN EMBARGO
CIERTA LITERATURA PEOR QUE ROSA SE EMPEÑABA
EN MOSTRARNOS ESTE MUNDO COMO EL MEJOR DE
LOS MUNDOS VIVIBLES.
¡QUÉ
DICHA PARA NOSOTROS ASUMIRNOS DE REDENTORES
CON LAS LLAMAS DE LOS APÓSTOLES ANARQUISTAS!
EMPUERCAR LAS COSTUMBRES DE UNA SOCIEDAD
FALSAMENTE PURA, HACER GALIMATÍAS DE LAS
ORACIONES, SACUDIR LA LITERATURA TRANSFUSIONÁNDOLE
LOS VIRUS MÁS PODRIDOS Y TONIFICADORES,
ELEVAR LOS BAJOS INSTINTOS A LA CATEGORÍA
DE VIRTUDES, HACER DEL AMOR EL ACTO MÁS
LIBRE Y A LA VEZ EL MÁS MISTERIOSO.
Y
CON EL EXISTENCIALISMO COMO RESPALDO, YA
QUE URIEL OSPINA Y LA SABIDURÍA POPULAR
PRONTO NOS MARCARON COMO “EXISTENCIALISTAS
CRIOLLOS” PARA DEMOSTRAR UNA VEZ MÁS LA
INCAPACIDAD COLOMBIANA DE PENSAR POR NUESTRA
CUENTA, PUSIMOS LAS CARTAS MARCADAS SOBRE
LA MESA Y GANAMOS EL JUEGO A NUESTROS TAMBIÉN
TRAMPOSOS ANTECESORES.
EL
PAÍS QUE NO HABÍA SIDO SALVADO POR EL SAGRADO
CORAZÓN DE JESÚS SE SALVÓ POR EL NADAÍSMO.
ASÍ FUERON ENTRANDO LA MINIFALDA, LAS LARGUÍSIMAS
CABELLERAS, LOS CANTOS DE PROTESTA, LA LITERATURA
FANTÁSTICA DE COMPROMISO, LOS CURAS GUERRILLEROS,
LOS TRANSFORMISTAS, LA MARIHUANA EN LOS
HOGARES, TONELADAS DE COCAÍNA EN EL MISMO
BARCO QUE EL “PROFETA” HABÍA BAUTIZADO FRENTE
AL “POETA DE LA ACCIÓN” INTRÉPIDA, LAS GANANCIAS
OCASIONALES, Y UN GRAN SENTIDO DEL HUMOR
EN LOS ÉPICOS ATENTADOS CONTRA EL SISTEMA.
UNA
VEZ CUMPLIDO ESE PASO, NO FUE QUE ECHÁRAMOS
PIE ATRÁS CUANDO RECORRIENDO LOS PAISAJES
ALUCINÓGENOS QUE NOS FUERON OTORGADOS COMO
PREMIO POR NUESTRA VIRULENCIA CONTRA LA
PROSA DEL COMERCIO, DEL TRABAJO AVASALLADOR
Y DEL CONSUMO MASIVO, “LA REALIDAD ENCANTADA”
FUE EN NOSOTROS Y ASÍ TUVIMOS LA VISLUMBRE
DIVINA SIN DARNOS PENA, LOS CONTACTOS EXTRATERRESTRES
SIN QUE PUEDA ACUSÁRSENOS DE COMPLICIDAD
CON EL ENEMIGO, LAS EXPERIENCIAS MEDIÚMNICAS
CON HABITANTES DE OTROS PLANOS, LA COPULACIÓN
DE LOS ÁNGELES Y UN ESPLÉNDIDO SENTIDO PUBLICITARIO
QUE NOS HA PERMITIDO HACER DE NUESTRA GASEOSA
IDEOLOGÍA ALGO TAN FABULOSO Y TAN ENIGMÁTICO
COMO LA FÓRMULA DE LA COCACOLA.
¿QUÉ
SE DIRÁN SARTRE Y GONZALO AHORA QUE SE ENCUENTREN
EN EL IMPERIO VASTO DE LA “NADA” CONCRETA?
¿QUÉ SE DIRÁN ESTE PAR DE “MUERTOS SIN SEPULTURA”
YA QUE SI YACEN EN ALGUNA NO PUEDE SER EN
OTRA QUE EN ESA “TUMBA SIN SOSIEGO” PREGONADA
POR CONNOLLY? IMAGINO A GONZALO ABRIENDO
“LA PUERTA CERRADA” PARA QUE PASE SU MAESTRO.
IMAGINO A GONZALO MOSTRANDO A SARTRE SU
CAUTIVO. EL DEMONIO AMARRADO A SU TRONO,
VENDADO DE ESPALDAS AL FUEGO PERPETUO Y
ESCUCHANDO UN CASSETTE CON LA GRABACIÓN
INFINITA DE LOS EDITORIALES DE “EL SIGLO”.
“LO TENGO SECUESTRADO –DIRÁ GONZALO- HASTA
QUE ESTE TIRANO CANCELE SUS COMPROMISOS
INCUMPLIDOS CON LA HUMANIDAD, Y A MÍ ME
PERMITA CINCO MINUTOS DE VIDA A CAMBIO DE
ESTA ETERNIDAD TAN HELADA PARA VOLVER A
LA TIERRA EL POLVO QUE ERA”.
EL
EXISTENCIALISTA FRANCÉS TORCERÁ LA MIRADA,
TAL VEZ ESBOCE UNA SONRISA, HAGA TSH TSH
CON LA LENGUA CONTRA LOS DIENTES, MUEVA
LA CABEZA A DIESTRA Y A SINIESTRA, Y REPITA
LA FRASE QUE LO HIZO FAMOSO EN EL CIELO
Y LA TIERRA CUANDO PENSABA:
“EL
INFIERNO SON LOS DEMÁS”
TOMADO DE UN MECANUSCRITO SIN FECHA. POR
LOS DATOS DEL TEXTO, DESPUÉS DE 1976. ARCHIVO
DEL MOVIMIENTO NADAÍSTA. BIBLIOTECA PÚBLICA
PILOTO DE MEDELLÍN PARA AMÉRICA LATINA.
MEDELLÍN
A SOLAS CONTIGO
GONZALO
ARANGO
Un
bus me deja a mitad de camino. Por 30 centavos
compro 15 minutos de paisaje. A la montaña
subo a pie, jadeando de calor hasta coronar
la cumbre. A la casa donde voy se entra
por una avenida de rosas cuyos botones estallaron
esta tarde al sol. Todavía, en el perfume
del aire, mi carne percibe la cópula de
la naturaleza.
La
visión de la ciudad es espléndida desde
esta altura. Puede pensarse en un paisaje
ideal para místicos, pero aquí viven los
industriales antioqueños.
Todavía
no me tomé una copa, y ya estoy ebrio. La
voluptuosidad del aire emborracha mis sentidos.
Me niego a beber para conservarme lúcido,
y gozar este paisaje fascinante tan parecido
a la gloria. Para empezar, un jugo de moras.
Marina
me enseña el nombre de las matas que crecen
en su jardín: gardenias, alelíes, crisantemos
y girasoles. ¡Qué derroche de belleza! No
falta un color, y todos los aromas están
presentes. Escandalosa lujuria de esta tierra
donde brota el milagro por el amor de un
corazón y unas manos de mujer.
Quisiera
vivir en medio de este esplendor de fuerza,
sol y poesía. Pero tal vez no. Esta violencia
desencadenada terminaría por matarme, es
demasiado inhumana. Mi alma también ama
la pobreza, la aridez y las piedras. Mi
dicha muere en el exceso. Y esta belleza
es perfecta. La felicidad tendría aquí su
reino, pero también una muerte melancólica.
El corazón necesita ausencias para alimentar
el deseo.
Nos
instalamos en la biblioteca. Tomamos un
licor seco, excitante, y estamos felices.
Tras los vidrios una terracita sembrada
de pinos semeja un balcón sobre un abismo
que titila: ¡La ciudad!
Anclada
en la oscuridad, chisporrotea con sus neones
brillantes. El viento mece los árboles.
El cielo centellea apacible. Me siento despojado
de espíritu, vacío de ideas, sólo abierto
a las embriagueces del cuerpo.
Lenta
y cálida invasión de felicidad que nace
al mismo tiempo que la noche. Reconciliación
de mi ser con el mundo. Esta noche sólo
existo para afirmar, para consentir. No
tengo dudas sobre nada. Ni siquiera los
asesinos pensamientos de muerte. Perfecta
plenitud en el mundo y en mi alma: una paz
de piedra, dicha sin fondo.
Olor
de eucaliptus y rosas en la biblioteca.
Me digo: es el buen olor de la sabiduría,
esta inocencia que no está escrita más que
en el aire, y más alto aún, en las estrellas.
Cuando
a media noche salgo en la terracita veo
la ciudad iluminada, feliz bajo la fresca
noche de verano.
¡Oh,
mi amada Medellín, ciudad que amo, en la
que he sufrido, en la que tanto muero! Mi
pensamiento se hizo trágico entre tus altas
montañas, en la penumbra casta de tus parques,
en tu loco afán de dinero. Pero amo tus
cielos claros y azules, como ojos de gringa.
De
tu corazón de máquina me arrojabas al exilio
en la alta noche de tus chimeneas donde
sólo se oía tu pulmón de acero, tu tisis
industrial y el susurro de un santo rosario
detrás de tus paredes.
Bajo
estos cielos divinos me obligaste a vivir
en el infierno de la desilusión. Pero no
podía abandonarte a los mercaderes que ofician
en templos de vidrio a dioses sin espíritu.
Te
confieso que no me gustaba tu filosofía
de la acción, y elegí para mí la poesía.
Este era el precio de mi orgullo y mi desprendimiento.
Tus
mañanas son las más bellas que han amanecido
en ciudad alguna. Pero me negaba a perder
su contemplación por tus oficinas burocráticas.
No, Medellín: prefería esperar tus mañanas
en un bar, o en un parque solitario para
que te vomitaras plena de libertad y radiante
de sol sobre mi corazón borracho.
Por
eso me decías "vago", porque nunca fui avaro
con tu belleza. En cambio tú nunca fuiste
generosa con mi locura. Yo te daba mucho
amor y te adoraba. Pero de tanto amarte
casi me destruyes.
Huí
de tu belleza y de tus glorias para conquistar
las mías, en vista de que no parecías orgullosa
de mis alabanzas, y me despreciabas como
a un bastardo porque no hacía lo de todos:
rezar el rosario, casarme, trabajar como
un negro y después morir.
De
noche te era fiel, era tu testigo desvelado
para que tu belleza no fuera inútil: te
aseguraba un reino en mi conciencia y una
dicha en mi corazón exaltado. Pero nunca
comprendiste la humilde gloria de tener
un poeta errando por el corazón desierto
de tus noches considerándote mi hogar, mi
amante, y mi única patria.
Eres
utilitaria en cambio, y preferías acostarte
con gerentes y mercaderes. También eres
tiránica, pues te place la servidumbre,
dominar soberana en el reposo de los vencidos
y los muertos.
Sola
y pura con tu gloria inhumana. Avara con
tu majestuosa belleza. No te das porque
a todos has matado, Medellín asesina, Medellín
de corazón de oro y de pan amargo.
¿Por
qué te empeñas en matar el Espíritu? Yo
sé: porque el Espíritu tiene sus glorias
que te rivalizan en poder.
No
todo es Hacer, Medellín. También No-Hacer
es creador, pues no sólo de hacer vive el
hombre. Dijo Lawrence: "Prefiero la falta
de pan a la falta de vida". Pero tu fanatismo
laborioso no te da tiempo para asimilar
otras filosofías de la vida. No has tenido
tiempo de aprender el Poder sin la Gloria.
A veces le coqueteas al Espíritu, pero pesas
demasiado con tu materialismo para permitirte
una grandeza que no es elevada, que no es
del alma.
No
tienes corazón ni ojos para estas gardenias
que me rodean, estos lotos en su laguna,
ni para esta carga embriagadora de perfumes,
y esta dicha carnal que me llega del silencio.
Eres de una inocencia perversa porque asesinas
el alma de las flores; porque arruinas el
cielo con tus vomitadoras chimeneas; porque
robas al sueño su silencio con tus ronquidos
de producción en serie.
Hay
otras mercancías que no produces: los alimentos
del alma. Ni siquiera tienes una fabriquita
para alimentos del alma. Tus politécnicos
y universidades sólo vomitan burócratas,
peones, jefes de personal y millares de
contadores para tu potente máquina económica,
tus cerebros electrónicos y tu Bolsa Negra.
¡Castrados
de espíritu! Y yo sé que no son brutos.
Al contrario, son idealistas y mesiánicos,
herederos de conquistadores. Pero tú eres
horriblemente frustradora.
Eres
incapaz de producir un líder espiritual,
ni siquiera un mártir. Porque antes de que
el Iluminado diga su mensaje de salvación,
ya tú le has ofrecido un puestecito en el
Banco Comercial Antioqueño, y lo conquistas
para heredero de tus tradiciones, socio
de la Venerable Congregación de los Fabulosos
Ingresos Per Cápita y Caballero del Santo
Sepulcro.
Así
coaccionas el espíritu de creación, la libertad
y la rebelión. Eres endemoniadamente astuta
para conservar la vigencia de tus estúpidas
tradiciones. No admites cambios en tu poderosa
alma encementada. Sólo te apasiona la pasión
del dinero y aforar bultos de cosas para
colmar con tus mercancías los supermercados.
Esto
no estaría mal si con tus excesos y tus
delirios productivos te acordaras de que
tienes alma. Pero el tiempo del ocio lo
ocupas en engrasar tus poderosos engranajes
que mueven día y noche tu filosofía del
Hacer, tu pensamiento reproductor.
A
veces apestas a gasolina y hollín, mi pequeña
Detroit. Cuando me abrumas con tus puercos
olores siento piedad por tu insensato autodesprecio.
Ni siquiera hay un rinconcito en tu monstruoso
corazón de máquina para que florezca la
flor bella, la flor inútil de la Poesía.
•
• • Y
así... tu belleza me daba el gusto amargo
de la muerte. Tu desprecio en vez de anonadarme
me infundía coraje y una terrible fuerza
para conquistar los cielos, los mares y
los amores imposibles, y a mí mismo que
estaba muerto en la nada.
A
pesar de ti, te debo lo que soy, pues no
sería nada si no hubiera nacido bajo tu
cielo. Tu tradición me predestinó desde
siempre a la rebeldía. La demencia de tu
producción me arrojó en los hornos de la
pasión creadora y la contemplación.
He
sabido estimarme en la medida en que me
despreciabas. Agracé la soledad porque me
arrojaste de tus templos, tus fábricas y
tus cementerios donde no daba la medida
de la muerte. Me cerraste todas las puertas
y me quedé fuera de tí, sin tí, y me obligaste
a mirar hacia lo alto y hacia el fondo,
a mi alma y al cielo.
En
tus calles besé el rostro amargo del fracaso.
Te suplicaba en silencio en tus noches de
eterna belleza, pero no entendías mi lenguaje
de oración. Había que enternecerte a martillazos,
hacerte razonable a golpes de sacrificio:
cabeza dura de cemento, alma de caldera,
arterias de hierro galvanizado que alimentan
de aceite tu corazón. No de sangre, y por
eso eres más insensible que un zapato.
Tu
desalmada indiferencia me obligó a vencer
mis feroces enemigos: esos fantasmas interiores
que crucificaban mi carne joven con fieros
clavos de auto-destrucción. Yo chillaba
de dolor silencioso en el mismo corazón
de tu desprecio.
Lo
que más me atormentaba era un áspero deseo
de suicidio que intenté con horribles venenos
entre tus petulantes rascacielos, o en la
sordidez de tus burdeles donde me consagraba
a horrendas orgías con ancianas, mendigas
harapientas y niñitas rameras que podían
ser mis hijas.
Pero
fue inútil, yo soy alma difícil de crucificar.
Veinte años antes me habías hecho heroico
cuando de niño asaltaba tus montañas acosado
por el hambre. Con las primeras guayabas
que te robé me hiciste invencible y poeta
de la rebelión.
¿Recuerdas
el susto que me diste aquella tarde cuando
enviaste tus policías a la verde y desolada
colina donde la estatua del Salvador abraza
la ciudad?
Yacíamos
de cara al sol de la tarde mi amiga y yo,
modestamente abrazados leyendo un libro
de poemas. Nos apuntas con un revólver asesino
porque según tu moral eso era pecado, o
sea, estar allí solos y benditos de cara
al cielo azul. Te empeñabas en que éramos
dos delincuentes por estar allí "profanando"
la estatua de yeso de nuestro querido Señor
Jesucristo. Pero no se te ocurre que el
amor entre dos seres vivos es la cosa más
santa que hizo Dios. Y además, era falso
lo que estabas pensando, pues estábamos
muy puros leyendo a Walt Whitman esperando
que cayera la noche para meternos a un montecito
a... Bueno, eso a ti no te importa, vieja
chismosa.
Te
empeñaste en inventarnos un crimen para
meternos en la cárcel, lo que intentaste
hacer si yo no te hubiera sobornado con
mi recordada estilográfica "Parker" para
que no cometieras esa burrada con mi compañerita
que estaba llorando de dolor, sintiéndose
una horrible prostituta dentro del sombrío
ataúd rodante donde nos embutiste como un
par de tenebrosos criminales.
Nunca
te perdonaré aquellas lágrimas, Medellín
malo, pues mataste en el amor de mi niña
la inocencia animal de su cuerpo...
Y
como eres una beata farisea y retenida,
nos niegas hasta la felicidad barata de
esa cama verde tendida por Dios para sus
pobres amantes que por decencia no pueden
ir a los burdeles donde bendices la degradación
de las almas, y hasta expides carnets para
legalizar el envilecimiento del amor.
Tu
morbosa imaginación no puede concebir dos
seres puros hijos del sol, o de la noche,
porque los condenas con tu diabólica moral
redactada por inquisidores prostáticos.
Francamente,
Medellín, eres peligrosa. Eres como el diablo
para comprarle las almas, con la diferencia
de que tú no las condenas al Infierno, sino
al No-ser.
No
te enojes, mi querida, te amo más de lo
que crees, pues al fin tú me has hecho posible.
A tí, que no me has dado nada, salvo soledad
y un poco de dura miseria, te debo la riqueza
infinita y humilde de mi ser, que no cambio
por todo el oro de tus bancos comerciales.
Después
de todo eres milagrosa. Haces posible lo
imposible: hasta eres capaz de producir
un loco idealista como yo. ¡Bendita seas!
Tu
incomprensión ha creado en mí un hombre
nuevo, distinto a los hombres que produces
en serie como si fueran bultos de tela,
muertos, o botellas de ron.
En
ese desamparo me hice fuerte para la lucha,
y te negué el homenaje de mis bodas con
la muerte y la resignación. Y además, te
debo gratitud, porque esa tu manera de parir
"monstruos" me regaló un santo que fue mi
maestro Fernando González. Te vuelvo a bendecir
por él, a quien tanto hiciste sufrir, y
tanto te amó.
Todo
es calmo esta noche de una manera dulce,
sin furor. El cielo se derrama en una brisa
de estrellas. Esta luz esparce beatitud
por el inmenso Valle de Aburrá. En lo más
claro del cielo se dibuja un elefante con
alas que son enormes plumas de nubes. Semeja
un ángel en reposo, en pausa para elevar
el vuelo al fondo más azul de la noche.
Luego se desintegra en una constelación
de luces. Creo que estoy borracho.
En
un sitio no lejos de este monte, una mujer
duerme su sueño puro. ¿O será desesperado?
A esa mujer la amé hace años. Aún oigo sus
canciones de amor, su voz excitante y carnal.
Siento que el corazón es ingrato y acumula
tumbas en la juventud que luego olvida.
Al principio las riega de amor, de besos,
de lágrimas, de flores. Y luego de indiferencia.
¿Qué
será de esa mujer a la que antes había hecho
el homenaje de mi vida, y ahora soy incapaz
de rendirle el de un recuerdo, ni siquiera
un deseo, ni nada que no sea este desgarramiento
de indiferencia?
En
la biblioteca, hermosa fiesta de silencios.
Afuera todo calla, hasta mi corazón tumultoso.
En lo alto del cielo, todo se apacigua:
el rumor de la ciudad, los sauces, el viento,
mientras la noche cruza silenciosa sobre
este universo puro y sin memoria. Mi corazón
enamorado cesa de latir para que lo poseas
con tu gloria, ¡oh cielo sagrado!
Puro
dolor de dicha en esta noche desierta, sin
amarte, sin teléfono para llamar a Dios,
solo con mi soledad que no sabe dónde buscarte
mi amor perdido, mi monja.
¡Oh,
alma mía, qué amarga es la belleza!
Amanece.
Mi
amigo se ofrece a bajarme en auto, pero
me niego. El cielo estalla de estrellas,
mil aromas, un canto salvaje de cigarras,
el rocío. Un aire tibio se pega a mi piel
como si fuera una amante.
Desciendo
fumando cigarrillo, feliz con las manos
en los bolsillos por una carretera solitaria
donde se derrama la luz llena de la luna.
No me inquieta el peligro.
Pero
como siempre que estoy feliz sintiéndome
predestinado, llegas a interrumpir mis éxtasis
con la santa naturaleza, y me atropellas
con un catafalco del que se baja un sargento
muy categórico que me pide identidad.
Me
pones "¡manos arriba!" y me requisas a ver
si tengo puñales o armas asesinas, y me
acorralas como a una rata. Entonces te enseño
una cédula donde quedé con cara de delincuente
común, lo cual fue mi perdición.
—¿Qué
hace a esta hora por la carretera?—preguntas.
—Nada—te
digo—, paseo... existo...
Era
la pura verdad, ¿qué mas podía decirte?
—Ja..ja,
¿oyeron a este imbécil? Dice que existe,
ja ja ja.
¿No
ves? Te burlas porque existo, porque soy
poeta, y me declaras culpable una ve más
porque no estoy fabricando trapos, ni durmiendo
"como todo el mundo". Entonces me empujas
a tu asquerosa ambulancia y me depositas
en u hediondo calabozo lleno de estiércol
y marihuaneros.
Desgraciadamente
esa noche no tenía siquiera cigarrillos
para conquistarte, para proponerte un "negocito"
que es el único lenguaje que te conmueve.
A
cualquier precio querías hacer de mí un
delincuente, y en verdad no me explico por
qué no lo soy, si hasta me dejaste es estigma
de un horrible complejo de culpa. Mi atormentada
cara de poeta sufriente fue siempre para
ti un delito.
Mi
hermano Jaime madruga a pagar mi rescate,
lo cual hace con inmensa piedad, y de paso
me regala un sermón marca "Made in Medellín",
y un paquete de cigarrillos.
Para
justificarme, le digo a la salida: "Oye
compañero, te juro que soy inocente, lo
que pasa es que tengo cara de poeta maldito".
•
• •
Aquella
mañana de expresidiario reincidente fui
a tu plaza de mercado a comer naranjas,
y una vez más soy feliz a pesar de mis desventuras,
y adoro tus contrastes. ¡Qué bello, puro
y viril es tu pueblo antioqueño!
Imagínate
que un culebrero nos reúne en torno a su
cacharros, y nos dice que "algunos del respetable
público" estamos condenados. Promete sacarnos
el Diablo del cuerpo con una pomada milagrosa
por la módica suma de un peso. Eleva un
brazo peludo de predicador y exclama:
—¡No
tengan miedo, mis hermanos... Yo no les
voy a robar... Este brazo es antioqueño
y honrado, sólo lo uso para acariciar la
ninfa y dominar el oso!
Pues
sí, estuve a punto de abrazar a ese culebrero
sucio y fornido, ¿sabes por qué, Medellín?
Porque eres capaz de inspirar a un estafador
la frase que habría hecho inmortal a Don
Miguel de Cervantes.
Sobra
decir que el filósofo ateo Gonzalo Arango
fue el primero en comprar la cajita de pomada
milagrosa para sacarse el diablo del cuerpo.
Pero sin esperanzas de mejoría, pues cada
vez que me la unto, mi novia dice: ¡Amor
mío, hueles a diablo!
Tomado
de Obra negra, Santafé de Bogotá, Plaza
y Janés, 1993.
Fuente:
Archivo
de prensa del movimiento nadaísta.
Biblioteca
pública piloto de medellín para américa
latina.