El
Poblado
Barrios: Colombia, Simesa, Villa Carlota, Castropol,
Lalinde, Las Lomas N°1 y 2, Altos
del Poblado, El Tesoro, Los Naranjos,
Los Balsos N°1 y 2, San Lucas, El
Diamante N°2, El Castillo, Los Balsos,
Alejandría, La Florida, El Poblado,
Manila, Astorga, Patio Bonito, La Aguacatala,
Santa María de Los Angeles.
Habitantes: (1994) 70.000
Las
manzanas de oro
El
lugar donde se fundaron las primeras casas
en el Valle de Aburrá en 1616,
donde hoy está el parque de El
Poblado, fue desplazado por un lugar estratégico
para construir la Villa de la Candelaria.
Décadas
después y a tres kilómetros
de allí, en una esquina del actual
parque de Berrío, se fundó
definitivamente la ciudad de Medellín
en 1675. Sin embargo, la historia cambió
los papeles: hoy El Poblado, que no pudo
ser el epicentro de Medellín, es
el suburbio más caro y exclusivo
de la ciudad.
La avenida
El Poblado, en su tramo desde el parque
principal hasta el Club Campestre, en
el sur, ha sido bautizada como la milla
de oro por los corredores de propiedad
raíz, que consideran que el metro
cuadrado en esta zona es uno de los más
caros del país.
Esta
zona, donde se levantó la primera
aldea criolla en lo que hoy es Medellín,
en 1845 se llamó la parroquia de
San José de El Poblado, y sólo
a partir de entonces se pudo pensar en
la construcción de una plaza, con
sus calles. Eran los tiempos en que los
límites de las parroquias eran
más fuertes que los linderos administrativos.
Para
1876, El Poblado ya tenía una plaza,
calles y solares para la venta. En las
tierras de los alrededores estaban las
fincas de familias pudientes (como en
Robledo, o Buenos Aires) que tenían
nombres hoy heredados por los barrios:
Provenza, Manila, Patio Bonito, Vizcaya,
Castropol y Astorga entre otros.
A
partir de 1930, comienza a sentirse el
flujo de campesinos hacia esta zona de
Medellín, casi todos provenientes
de Betulia, Yarumal, Rionegro, Salgar,
Armenia y Santa Rosa, entonces el Banco
Central Hipotecario, para solucionar la
falta de viviendas, financia la construcción
del barrio Lleras, la primera urbanización
de Medellín.
En la
década de los cincuenta, se urbanizan
también el barrio Colombia, Manila
y Astorga. Es entonces cuando el centro
de la ciudad se comienza a congestionar
y la zona aún campestre de El Poblado,
se convierte en una opción, como
lo fue Laureles, para las familias pudientes
residenciadas allí. Además,
obras como la Avenida El Poblado-Envigado,
o la Avenida Las Vegas, realizadas con
la valorización que pagaron los
dueños de los predios de la zona,
comenzaron la carrera de encarecimiento
de la propiedad raíz.
Este
sector de la ciudad comprende también
las lomas surorientales, que hoy por hoy
están sembradas de imponentes y
lujosas torres de apartamentos, donde
el 98 por ciento de las familias cuenta
con automóvil propio, aunque la
malla vial es insuficiente. De todas maneras,
las lomas están entre los sectores
de la ciudad con mayor dinamismo de la
construcción.
Buscando
el público de mayor poder adquisitivo,
se construyen allí grandes proyectos
de ciudadelas comerciales, un proceso
ya se cumplió por ejemplo en la
cebecera urbana del Poblado, que comprende
los barrios El Poblado, Lleras, Lalinde
y Manila, que prácticamente ha
expulsado a sus antiguos pobladores para
convertirlos en lugares de vocación
comercial.