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EL
ARRIERO
Caminando por las montañas,
como buen amante de la raíz ancestral,
va un andariego con su morral a la espalda;
no tiene destinos señalados
y ni siquiera una remota esperanza;
solo quiere admirar los senderos marcados,
que forjaron en siglos los sueños
dorados.
En algún lugar de su agobiante pasaje,
se topa con un caballero,
que arreando una recua de mulas,
se dirige a un pueblo que se ve a lo lejos,
en la irracional distancia.
!Oh libertad que perfumas las trochas de
mis laderas!
estoy conociendo al pionero,
que engendrado de esencia es arriero,
labrador de cultura y de linaje paisa.
Dice la historia que es usted fundador
y de la fonda caminera el principal actor;
que las raciones lleva de lugar en lugar,
para salvar al hermano de los estragos del
hambre.
Hábleme de su vida;
de sus penas y glorias;
llevo tiempo caminando y por fin he logrado
mi anhelo:
conocer al legendario arriero.
Sabe señor andariego:
le quiero agradecer por valorar mi personal
semblante;
sé que al hablarme así su
razón no está distante,
pero tan grande es el mundo como el sentimiento
que arrastro.
allá en la ciudad los señores,
que de típicos se tildan me alaban
y escriben poemas en mi apreciado nombre;
se visten de atuendos lozanos
y alardean de casta y de proezas fingidas.
Pero cuándo han venido a los zurcos?
y el cagajón de la bestia han olido?
cuándo el dolor del arriero han sentido,
esos oportunistas absurdos?
Han publicado novelas y cuentos,
y la epopeya en sus tintas se asoma,
allá en sus ferias el café
suelta el aroma,
sobre el dinero que en las taquillas por
mí se recoge.
Qué han hecho por el señalado
amigo?
cuántas veces han estado en sus luchas?
si supieran que mis nostalgias son muchas,
entenderían mi justificable quejido.
No soy señuelo de publicistas,
ni conejillo de comerciantes,
soy un Ser humano que por su decencia,
su sencillo nombre debe respetarse
y dejar tranquilos sobre las monturas,
todos los sustentos que avasallen hambres.
IVAN DARIO MEJIA BETANCOURT
"El Paisa Mejía"
PUEBLO
Tanto
tiempo hace que partí
que a duras penas me acuerdo de tu gente
pueblo enclavado en la pendiente
de las laderas en donde un día nací.
Quisiera recordar aquellos tiempos
cuando de niño por tus caminos transitaba
escuchando al jilguero que cantaba
en arboledas de follajes coloridos.
llegar al río de aguas cristalinas
a darme un baño con los peces en
su lecho
y salir corriendo a abrigarme bajo el techo
de la fondita con el tiempo ya curtida.
Entonar con los juglares tantas coplas
y compartirlas con las letras del poeta
que dedicaba sus versos a la nieta
del abuelo que forjaba aquel idilio.
Caminar por tus calles citadinas
salpicadas por el barro y empedradas
por los cascos de las bestias machacadas
a través de cabalgadas y de siglos.
Pueblo adorado donde diera yo mis pinos
de la crianza que mi vieja me imprimía
por si depronto algún día
yo partía
fuera un hombre de bien y de batalla.
Lugar del mundo donde el romance me embistiera
los sentimientos que por dentro se escondían
tan grandes eran que en el pecho no cabían
y me quemaban hasta dejarme sin aliento.
Hoy me encuentro tan lejos de tus tierras
que la nostalgia me acongoja y me amilana
y a cada instante me asomo a la ventana
a ver el horizonte que separa tus fronteras.
Entre el pasado y el presente me debato
y con la mente pensando en el regreso
para vivir mi ocaso ya de viejo
pueblo entrañable de mi vida pasajera.
IVAN DARIO MEJIA BETANCOURT
"El Paisa Mejía"
POR TI MI TIERRA
Por
ti mi tierra que no haría:
Volaría
con alas de seda
por cada rincón de tu aposento
y heredaría tu simiento
para expelerlo en ráfagas a Dios.
Enclavaría en la entraña prdeunda
y extraería tu sabia fecunda
derramándola en mis hijos
invadiría luego el Universo.
Cabalgaría en mis sueños parnasianos
y domaría con mi espíritu
el dolor
transformaría la luz en dulce amor
y mi voz en orgasmos poéticos.
Tañería las campanas con mi
aliento
y su sonido lo haría mi alimento
lo dejaría en mi amada que encinta
pariría en la alborada del ocaso.
Confundiría la noche con el día
y esperaría el camino que llegara
caería mi alma a la almenara
generando alegría al más allá.
Abrazaría las aspas del molino
y las pondría en el acervo sideral
para que una a una las galaxias
desfilen decorosas por mi espacio.
Penetraría en la galana arboleda
y en el caliz sereno de la flor
de su bies sorbaría la esencia
en el éxtasis puro que resbala.
Por ti mi tierra lo que pidas
mañana, tarde o más temprano
el tiempo se detiene en tu presencia
porque tuya es mi vida cuando digas.
IVAN
DARIO MEJIA BETANCOURT
"El Paisa Mejía"
ESPACIOS
REDUCIDOS
Era feliz
vivía a sus anchas por todo el
continente;
su cálida desnudez
de la infancia a la vejez lo hacía
libre;
acariciaba la tierra
ignoraba la guerra
compartía amor con el hermano;
la madre luna libaba sus sembrados
en el menguante decantado.
La semilla de su existencia
germinaba en los hijos venideros;
en el barro de sus vasijas
golpeaba la bruma del tiempo.
Era el hombre y su virtud
la flama infinita de América;
había un sol de propia pertenencia
tenía cultura
pero no límites ni cercas
y era el mismo el timbre de su voz
porque hablaba con el corazón.
Mas le llegó la maldición;
apareció el morbífico colono
que inventando un falso trono
se adueñó del territorio.
Mutiló la potestad
del indígena en la inmensidad;
las diáfanas aguas cristalinas
se fueron curtiendo de infamia;
los espacios se hicieron reducidos
y se ahogó con ellos el linaje
el pudor llenó los cuerpos de ropaje
vertiéndose el rubor y la malicia.
De a poco el probo del camino
se fue alejando de los campos
guardándose en leyendas y en espantos
cubriendo sentimientos de rencores.
A hoy que habita marginado
en resguardos de canto restringidos
tantos siglos al indio han carcomido
siendo el verdadero dueño de tierra.
IVAN
DARIO MEJIA BETANCOURT
"El Paisa Mejía"
LA MATRONA
!Bendita sea señora!
Tenga buenos días y que Dios siempre
la guarde.
!Buenos días forastero!
venga siéntese primero y deguste
algún bocado;
su presencia aquí ha logrado despertar
el apetito
y si hay un requisito es su grata compañía.
En la mesa comensales de las cuatro latitudes,
disfrutan por virtudes un platado de frijoles,
que adobado con las coles dan calor a
la comida;
mazamorra y leche fría y un sabroso
bocadillo,
algún postre del sencillo y una
santa bendición.
Oiga misiá le pregunto: Dónde
aprndió la cocina?
su sazón verdad es fina y cenar
aquí es honor,
al saborear lo mejor que prepara en su
recinto.
!Acérquese mijo le cuento que es
una historia muy larga!
al que enseña se le guarda eternamente
respeto.
De pequeña le confieso fui curiosa
en el comer;
aprendí el quehacer de mi fiel
progenitora,
que con arte de matrona me enseñó
todo secreto,
de preparar con recelo mandamientos culinarios;
conservar el viejo armario era tarea especial.
Levantarnos tempranito para ordeñar
el ganado,
dorar el plátano asado y las arepas
de tela,
un chocolate caliente, rebosante y bien
espeso,
una tajada de queso del campesino tirudo,
y sdereír medio crudo un chicharrón
de marrano.
Al llegar el medio día la rica
sopa casera,
acompañada de primera por unas
tortas molidas,
y dejar la repartida de la panoja pilada,
para cuñar la mesada del suculento
servicio.
Al concluír la jornada cuando caía
la noche,
se completaba el derroche con unos cháncharos
tiernos,
algunas fritas me acuerdo y porcioncita
de arroz.
Antes de ir a la cama no faltaba la merienda,
dejar feliz quien se atienda con unas
grandes tostadas,
de margarina copadas y claras goteras
de miel
y a dormirse cobijado en un tálamo
pequeño,
y tener felices sueños hasta el
otro amanecer.
Es lo que puedo decirle de mi fugaz experiencia,
que me quede la conciencia tranquila,
altiva y serena,
porque sí vale la pena transmitírsela
a mis hijos.
La felicito señora por su hermoso
comentario;
siga guardando su armario decorado y bien
surtido,
para que tenga sentido lo que arrastra
su pasado.
Y que les quede legado a los muchachos
de ahora,
en la casa la señora es elemento
sublime
y solamente se define... como verdadera
matrona.
IVAN DARIO MEJIA BETANCOURT
"El Paisa Mejía"
REGIONALISMO PURO
!Escúchame hijo de la tierra!:
Qué sientes por ella?
Acaso crees que el buen regionalismo,
se resalta en tu atuendo?
en gritar o insultar tu vecino,
por no ser de los nuestros?
en asistir a mitacas a sembrar de maleza,
el convivir de un acuerdo?
llenar de mitines la plaza del pueblo,
aludiendo al egregio,
porque te hace sentir regionalista y pleno?
!Mentira!
Hurga tu alma y sigue el camino;
desata la esfera de tus malos recuerdos;
limpia con ternura el total de tu cuerpo;
agiganta el carácter que te dé
los simientos;
transmite a tus hijos la verdad de tu
pecho;
riega tu sangre en vacíos inmensos;
alaba la madre que nos da su alimento;
cubre tu instinto de ropaje sereno;
desahoga tu furia en el pozo del suelo;
comparte tu vida con la lucha del pueblo;
acepta los triunfos de tu hermano viajero;
aprende enseñanzas que te dan los
abuelos;
mitiga fatigas de los Seres hambrientos;
dibuja paisajes trastocados de cielo;
acepta con arte la razón de tus
sueños;
regala consejos al amigo que incierto;
remoja el jardín de la casa del
ciervo
y en fin,
todo aquello que revuelque tu espíritu
antioqueño.
Es el buen comienzo te digo,
del regionalismo puro que llega si lo
pides sincero.
Dale tiempo a tu tiempo;
entenderás con virtud y con ansias
eternas,
que el amor por la tierra,
no se da en actitudes fingidas,
sinó en la pasión que demuestres
por ella.
IVAN DARIO MEJIA BETANCOURT
"El Paisa Mejía"
HEREDERO
DEL MONTE
Era medio día;
el campesino revolcaba la tierra;
sobre el filo de la sierra,
bajaba un hombre belicoso;
taconeaba su ejemplar de tranco alzado,
mordiendo sin piedad el viento.
Atravesaba linderos a galope,
dejaba a su paso fétidos olores
y carcomido llevaba el corazón.
era en la región el gamonal;
terrateniente de toda la pradera;
dedicó voraz su vida entera,
a quitar todito a los demás.
Arrimose afanado sin criterio,
donde se hallaba el oriundo labrador;
mirándole con ojos de rencor,
díjole palabras de irrespeto.
!Tiempo sin verlo a usted Vicente!;
me acordé de la vieja discusión,
que tuvimos en la fonda del poblado;
pensé que el tiempo había
borrado,
la molestia para mí causada,
pero para su infortunio creo que quedó.
Solo vengo a prevenirlo;
un mes le doy pa' que se vaya;
empaque los corotos de la casa
y márchese bien lejos con su gente;
usted es invasor de estos lugares;
no sería recomendable aquí
morir.
El campesino calmado y muy sereno,
parando su labor en el cultivo,
ojeando de frente al atrevido,
hablole mansamente con su voz:
Que bueno señor gamonal verlo por
estos espacios;
sea bienvenido a esta mi huerta;
como usted puede ver,
soy productor de la tierra;
he pasado íntegra la vida entera,
sacando alimentos pa' mis hijos;
han sido años expuestos al sol,
brotándome sangre de las manos,
sufriendo por el clima desengaños
y a veces maldiciéndole al señor.
hubo momentos tan terribles,
que aún hay huellas muy marcadas,
estando a punto de darse la cosecha,
el huracán llegaba y la arrasaba.
creo que aprendí a soportar;
fueron tantas las heridas de mi alma,
que al final resignado terminaba en carcajadas.
Ahora me viene usted a decir,
de manera insultante e irreverente,
que abandone mi hogar y con mi gente,
me vaya del lugar donde me hice.
Pobre de usted burdo ignorante,
insolente pedazo de soberbia,
su poder no me asusta ni me espanta,
ya aprendí a vivir en la miseria.
Heredero del monte siempre he sido,
mis abuelos, mis padres y mis hijos,
mis gallinas, mis vacas y mis perros,
que nacieron, se criaron y han crecido;
íntegro el sembrado que se ve,
de sol en sol lo he mantenido,
pa' que venga un opulento poderoso,
a quitarme lo que hice agradecido.
Desenfunde cuando quiera;
dispare a los cuatro vientos;
llene de odio el lugar,
pero le digo una cosa seguro:
conmigo tendrá que matar el cultivo,
porque él está de mi parte.
IVAN DARIO MEJIA BETANCOURT
"El Paisa Mejía"
TIERRA DE NADIE
Cayendo la noche,
cuando el temprano apenas aparecía,
buscando un cambio más afable a
su vida,
llegó el extraño al lugar.
A la vera del camino a dos surcos de la
tranquera,
organizó un cambuche cualquiera;
qué importaba el material;
tan solo quería descansar sus flacos
huesos resecos.
de inmediato en el poblado se supo aquella
noticia
y por recóndita ubicación,
se convirtió en ruda primicia.
Terratenientes y poderosos conformaron
claros frentes,
para darle la cara a aquel que usurpaba
el territorio:
!Salid y déjate ver! le gritaron
airados;
no sabes que estás violando los
terrenos no violados?
aquí es prohibido yacer,
cuando nadie quiere tener por vecino un
forastero;
así que lo que harás primero
antes de contestar,
será tu atado volver a armar
y marcharte para la mierda.
El hombre calladamente luego de haber
despierto,
bajo los gritos de desacierto,
organizó el paquete revuelto
y mirando serenamente a aquellos tan atrevidos,
les denotó con voz prdeunda su
legítima verdad:
No creáis caballeros que porque
me veis vagabundo,
he saltado por el mundo sin ninguna dirección;
fui capataz de cuadrilla,
y tuve sembrado y rancho,
un taparo frondoso y ancho,
tres hijos y mi mujer.
Y fui feliz com nadie en tabacos a la
redonda;
no nos faltó comida ni una mudita
de ropa;
hubo salud para todos y una pizquita de
paz
y fui el hombre más rico,
no por caudales tener sinó por
nada faltar.
Pero aquel sueño se volvió
pesadilla,
cuando la violencia salvaje y cruda,
de frente tocó mis linderos,
transformando aquel paraíso en
amarga desolación.
llegaron bestias humanas,
dizque peleando por ideales,
o éramos godos o liberales o arrasaban
si piedad.
asesinaron a mis hijos y mataron a mi
mujer
y en lenguas vi el rancho arder,
solamente por imparciales;
por no comulgar con políticas ni
sistemas de opresión
y tener como banderas de lucha la familia
y la honradez.
Me desterraron como a un perro
y desde entonces soy errabundo,
divagando por ser carente de apellidos
y territorio.
Por eso les digo señores:
para donde me mandáis no voy;
las distancias son tan grandes que creo
que ya llegué;
así que aquí me tenéis;
esta tierra no es de nadie y les juro,
!que en la mierda estoy!.
IVAN DARIO MEJIA BETANCOURT
"El Paisa Mejía"
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