Doce de Octubre
Barrios: Santander, Doce de Octubre N°1 y 2,
Pedregal, La esperanza, San Martín
de Porres, Picacho, Picachito, Mirador
del Doce, Pogreso N°2, El Triunfo.
El
barrio de los trabajadores
Son
las cuatro de la mañana. Las luces
en las casas de Pedregal, como en todos
los barrios habitados por obreros y empleados,
se van encendiendo una a una pausadamente.
Van pasando los minutos y, todavía
en la penumbra, se forman pequeñas
filas de caras conocidas que todos los
días a la misma hora, le madrugan
al sol para tomar un autobús que
los llevará desde su barrio, en
la parte alta del occidente de Medellín,
hasta su puesto de trabajo.
Ellos
son los habitantes de uno de los asentamientos
urbanos más poblados de Medellín,
aunque no sea uno de los más antiguos.
Su fundación corresponde a 1959,
fecha en la que el desparecido Instituto
de Crédito Territorial inauguró
estas casas, construidas por las propias
familias que las iban a habitar. Todas
estaban conformadas por obreros y empleados,
con materiales que les entregaba la entidad.
Un rasgo
común en la construcción
de las casas de Pedregal, es que con el
crecimiento de las familias, a través
del tiempo, cada casa se ha ido ampliando.
Es poco común encontrar construcciones
de un solo piso. Casi todas tienen segundo
y tercero, pero con distintas formas.
Cada
casa es diferente a la otra, es excepcional
la esquina donde no hay una tienda o un
pequeño granero, que son los sitios
de reunión preferidos de los jóvenes,
la mayoría de ellos afrontando
los problemas que acarrea el desempleo.
Esto crea una atmósfera compartida
por casi todos los barrios populosos de
esta ciudad, construidos sobre las pendientes
del valle, que a lo lejos se ven como
un pastiche de colores sobre la montaña.
Este
es un sector que se podría calificar
de privilegiado en cuanto a lugares de
recreación y de encuentro para
sus habitantes: cuenta con un centro educativo
y recreativo de una caja de compensación
familiar y la placa polideportiva Neiva-80,
equipadas con canchas y piscinas y un
centro de capacitación para el
trabajo del Servicio Nacional de Aprendizaje-SENA.
El corazón
del barrio es la esquina de la carrera
74 con la arboleda, que es la calle 104,
donde está la iglesia de Nuestra
Señora de la Valvanera.