RENÉ HIGUITA
Un
Símbolo Nacional
Nonbre:
José René Higuita Zapata
Portero
Fecha de Nacimiento
28 de Agosto de 1966
Nacido en
Medellín, Colombia
Estatura 1.76 metros
Peso 82 kilos
Nickname "El Loco"
EQUIPOS
1 - Atlético Nacional de Medellín
(1987-1991)
2 - Real Valladolid (1992-1993)
3 - Atlético Nacional de Medellín
(1994-1996)
4 - Club Veracruz del México (1997-1998)
4 - Deportivo Independiente Medellín
(1999)
5- Junior de Barranquilla
6- Deportivo Pereira (2002)
Por: Esperanza Palacio
Arquero
que realizó la mayor parte de su campaña
deportiva en el Nacional. Considerado uno
de los mejores del continente en su puesto.
Idolo. Magnífico atajador, y certero
ejecutor de los penales. Campeón de
Copa Libertadores en 1989, Campeón
Colombiano con Nacional en 1994. Titular indiscutido
en el arco Colombiano por varios años.
Higuita
es un símbolo nacional, se recuerdan
entre otras su hazaña del "Escorpión"en
Wembley y su tiro libre ante River en Medellín.
Un fuera de serie.
Hablamos
de José René Higuita.
El
mismo del escorpión en el estadio
de Wembley.
El
que estuvo en la cárcel La Modelo
de Bogotá.
El
ídolo nacional que padeció
y fue crucificado por sus pecados.
Higuita,
el de siempre, el de antes, el de hoy y
mañana.
Un
hombre prdeundamente sensible, un ser absolutamente
especial. Simplemente ¡Higuita!
Corría
el minuto 22 del partido entre Inglaterra
y Colombia (Sept. 7, 1995) y tras el disparo
del inglés Jamie Redknapp, el portero
colombiano René Higuita rechazó
la pelota con su famoso 'escorpión'0.
V ideo del Escorpión: Este es el
mejor hasta el momento, se necesita el windows
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Higuita,
René (1966- ), portero colombiano
de fútbol, uno de los más
extravagantes en la historia de este deporte.
Participó decisivamente en el mayor
éxito del fútbol colombiano:
la victoria en la Copa Libertadores de 1989
del Atlético Nacional de Medellín.
En ese partido marcó un gol de penalti
en la tanda de desempate y detuvo cuatro.
Higuita se hizo famoso internacionalmente
por su aspecto extravagante y sus frecuentes
salidas fuera del área para jugar
el balón con los pies. Probó
fortuna en el Valladolid, de la Liga española,
pero su estilo no cuajó.
En el Mundial de Italia 90 volvió
a hacer gala de sus habilidades con el pie,
hasta que perdió un balón
ante el camerunés Roger Milla que
le costó a su equipo la eliminación.
Poco después protagonizó un
escándalo que cobró dimensión
internacional: contribuyó a la liberación
de una niña que había sido
secuestrada por el narcotráfico a
cambio de una comisión relativamente
pequeña. Esa conducta era contraria
a las leyes colombianas, y le costó
ir a la cárcel. En Colombia se convocaron
manifestaciones para pedir su liberación,
e Higuita llegó a declararse en huelga
de hambre hasta que fue puesto en libertad.
El incidente le hizo perderse el Mundial
de Estados Unidos, pero no le impidió
volver al Atlético Nacional de Medellín
y más tarde a la selección,
con la que protagonizó otro suceso
inédito: en un amistoso contra Inglaterra
disputado en Wembley, el balón llegaba
bombeado sobre la portería de Higuita.
En lugar de atraparlo lo dejó pasar
por encima de su cabeza y lo despejó,
lanzándose en plancha, con los dos
tacones. Era lo que Hugo Sánchez
había definido como el 'remate del
escorpión', aunque no había
conseguido hacerlo en un partido, como sucedió
con Higuita.
René Higuita creció mirando
la osadía con que Amadeo Carrizo
salía a gambetear desde su arco.
Se propuso emular ese estilo particular
con que atajaba Hugo Gatti y finalmente
conjugó las hazañas de sus
preferidos, para imponer en su trabajo como
arquero un sello con que lo identificarían
en todo el mundo. René Higuita le
imprimió a la labor del portero una
lúdica que antes parecía prohibida.
"Carrizo, Gatti, Higuita y Chilavert
no se resignaron a que el guardameta fuera
un hombre muro pegado a su valla y demostraron
que el arquero también puede ser
un hombre lanza", definió el
escritor uruguayo Eduardo Galeano, un admirador
del portero colombiano. Higuita fue otro
de los estandartes de la Selección
Colombia y del Atlético Nacional,
con el que conquistó el título
de la Copa Libertadores tras atajar penaltis
decisivos ante el Olimpia de Paraguay. Jugó
el Mundial de Italia 90 y pasó de
héroe a villano, pues un error suyo
le costó al equipo la eliminación.
Sin embargo, su nombre es sinónimo
de genialidad en el fútbol y fue
capaz de romper el protocolo en el máximo
templo del fútbol, el estadio Wembley,
cuando hizo el famoso "escorpión"´
en 1995. Pese a su condiciones, fue traicionado
por su personalidad rebelde, que le originó
problemas en más de una institución
que lo contrató. El "Loco"
René, un irreverente y un descarado
para muchos. Lo cierto es que es un genio
que se quedó en las puertas de la
inmortalidad.
Entrevista concedida en 1998
¿Cómo está René?
"Acá en el Medellín estoy
bien anímicamente. En el campo deportivo
siempre me he sentido bien. En el plano
familiar, muy contento. Soy una persona
de motivaciones y todo lo que me está
sucediendo alrededor es de mucha motivación".
¿Cuánto
tiempo, exactamente, estuvo por fuera de
las canchas?
"Siete,
casi ocho meses"
¿Y
qué hizo en ese tiempo?
"En
ese tiempo descansé"
¿Y
por qué?
"Porque
nosotros somos un producto, no somos dueños
de nuestras cartas de transferencia y no
podemos decir yo voy a jugar, y juego, sino
que tenemos que esperar una autorización.
Estaba esperando un permiso del Veracruz,
ya que ellos no me iban a hacer contrato,
que me facilitaran las cosas para estar
en otro equipo. Ellos siempre me encontraron
a mí, pero yo nunca los encontré
a ellos. Hasta que empecé con el
Independiente Medellín y después
de mucho tiempo de buscar a los directivos
del club mexicano, los encontramos y se
hizo el negocio. Pero mire qué curioso,
esa transferencia no la hizo el Veracruz,
sino el Morelia".
¿Usted
sabía que ya su pase era del Morelia?
"No"
¿Y
no ha dicho ni hecho nada al respecto?
"Esa
plata debe estar guardada. Yo tengo pensado
mandarle una carta a la Confederación
Suramericana de Fútbol, manifestarles
que quedé parado casi ocho meses,
que no recibí un solo peso, que me
transfirieron del Veracruz al Morelia sin
consultar y que ahora el Morelia me presta
al Medellín y tampoco recibí
un solo peso por esa negociación".
¿Ha
hablado con la gente del Morelia?
"Para
nada. La última comunicación
que tuve era que me iban a prestar al Medellín.
Hablé con el señor Matías
Botellos, del Veracruz. Pero cuando miré
la transferencia acá en el Medellín,
resulta que no era del Veracruz, si no del
Morelia. Eso hay que averiguarlo, protestarlo
y cobrar".
¿Cómo
está usted hoy futbolísticamente?
"En
el fútbol he tenido una escala de
rendimiento muy pareja desde los 10 años.
Fue pareja de los 10 a los 20 y de los 20
hasta los 30. Ahora tengo 32 años,
y estoy bastante bien. Si miramos hacia
atrás, los problemas que he tenido
han sido por indisciplina, más no
por bajo rendimiento".
Higuita
y su "Escorpión" realizado
en el estadio de Wembley Inglaterra
¿Y
ya esa indisciplina se acabó?
"A
ver, yo no puedo decir que se acabó,
porque para mí, nunca existió.
Siempre
he sido un jugador disciplinado. Le decían
indisciplina al hecho de que yo no fuera
a un entrenamiento, para mí, eso
no es una falta a la disciplina, porque
yo sentía que no tenía la
obligación de ir. Otras personas
pensaban lo contrario. Respeté y
acaté siempre las decisiones que
tomaron. Yo seguí adelante...".
¿La
indisciplina era por no ir a un entrenamiento?
"No
a uno, si no a varios. Por lo general. Jugábamos
domingo, descansábamos el lunes.
Jugábamos miércoles, descansábamos
el jueves. Yo iba a cada una de las prácticas
que citaban, para eso firmamos un contrato.
Pero cuando se cita ya por obligación,
por el "Loco", por Higuita, que
se cite todo un grupo por René Higuita,
eso no está bien.
Veo
que me están obligando a hacer las
cosas y yo soy muy malo cuando se me obliga".
¿Eso
fue lo que sucedió en Nacional?
"Dónde
más, si yo prácticamente hice
mi carrera en Nacional. Jugué más
de 14 años. Ahí hice toda
mi vida. Mi resumen, lo bueno, lo malo y
lo feo sucedió en Nacional. Ahora
estoy resumiendo todas esas vivencias a
mi manera y como yo creo que es lo mejor".
¿Qué
le agradece usted a la vida?
"Le
agradezco que a cada momento me dé
salud. Que cada día vea un amanecer
y que cuando anochece pueda dormir tranquilo
para tomar energía para el otro día".
¿Cómo
ve el futuro de sus hijos?
"Esperemos,
como todo padre, que sea un futuro promisorio,
que sea despejado, que sean siempre un ejemplo
para la sociedad"
En
sus días de descanso, en esos meses
inactivo, ¿tuvo algún problema
económico?
"Todos
tenemos problemas económicos. Pero
yo, la verdad, nunca me he preocupado por
la parte económica. La base que tengo
es que nacimos desnudos y así nos
vamos. Le agradezco a Dios que tengo que
ponerme en los pies, un par de pantaloncillos,
unos pantalones, una camisa. Y hasta de
pronto un cachaquito para estar bien presentado.
A mí eso nunca me ha faltado. Llegué
sin tener una casa, ahora tengo una casita.
Llegué sin tener carro, ahora lo
tengo. Entonces le doy gracias a Dios. Tengo
poco y ese poco que tengo me hace poca falta.
Entonces vivo bien, vivo tranquilo. Me han
puesto como el más rico del mundo,
me han puesto el más pobre del mundo.
Pero verdaderamente, sí soy rico,
muy rico, porque tengo dos pies, dos piernas,
unas manos, tengo fe en Dios. Por eso soy
rico".
¿Cree
que sus hijos mirarán la vida de
la misma manera que usted la mira y la vive?
"Eso
es lo que yo espero. Como padre, ese es
mi anhelo. Quiero que mis hijos sean lo
mejor, sean ejemplo. Esperemos que la vida
me ayude a sacarlos adelante".
¿A
quién recuerda de su infancia?
"Siempre
voy a recordar a mi madre. Porque en medio
de la pobreza en que nosotros vivimos, siempre
trató de darme la mejor educación.
De inculcarme para ser una persona útil,
que no fuera conformista, que lo poco que
tuviera, lo mantuviera bien. Si tenía
el pantalón roto, que fuera remendado
y limpio. Me enseñó el comportamiento
con las demás personas. Gracias a
esa crianza que mi madre me dio, puedo sortear
todas las dificultades que me da la vida,
que en realidad no son obstáculos,
sino oportunidades".
¿Qué
otras personas recuerda en su vida?
"A
Felipe Pérez, compañero de
la selección Antioquia. A toda la
gente que está en la cárcel,
injusta o justamente. Gente que está
esperando que se les dé una solución.
A ellos hay que colaborarles. Yo quisiera
tener un carné para poder ingresar
a todas las cárceles del país
para ayudar. Así como lo hice alguna
vez, que fui a visitar a ciertas personas
a la cárcel y tanto me criticaron.
Yo volvería a hacerlo, y hoy quiero
ir a las cárceles a ayudar, a ver
cómo están los detenidos,
qué les falta, qué quieren".
¿Y
recuerda a Marroquín?
"Cómo
no, si él fue el inspirador de toda
mi energía, yo soy por lo que él
me inculcó. El nos enseñó
sicología del fútbol, sicología
del deporte, sicología del ser humano.
Nos enseñó qué se siente
dentro y fuera de una cancha de fútbol.
Cómo jugar bien en el barrio, en
el equipo, en la selección. Esas
enseñanzas son las que yo pongo hoy
en práctica".
¿Y
Maturana,?
"Sí,
Maturana, Hernán Darío, Aníbal
Ruiz. Luján Manera, Alcides Pérez
-mi primer técnico-, Jorge, a quien
llamábamos el "Marrano",
al "Turrón" Alvarez, a
Lorenzo Carrabs, Luis Gerónimo López,
Luis Octavio Gómez, Alcides Saavedra.
No digo más, porque me tendría
que hacer no una, sino 20 entrevistas para
llenar muchísimas paginas de agradecimientos.
Yo le he citado a Felipe Pérez, a
los presos, a mi madre, pero yo dejo en
el pasado y en el presente, una cantidad
de personas que me ayudaron a salir adelante.
Pero no las puedo nombrar a todas".
¿Cómo
mira la posibilidad de ir a la Selección?
"Después
de mucho tiempo, yo soy optimista, como
lo somos todos los que jugamos al fútbol.
Pero no soy el indicado para decir si debo
ir o no a la Selección. Yo no tengo
el poder de decir, René va a la Selección.
Yo tengo mi poder futbolístico, nada
más. Pero no quiero abusar de ese
poder. Este tema me gustaría dejarlo
a un lado. Hay una persona a quien le debemos
respeto y lo debemos dejar trabajar, es
el prdeesor Javier Alvarez. Todos, periodistas,
jugadores y técnicos, tenemos que
apoyar a los que él llame".
¿Usted
cree que ha sido un privilegiado del fútbol?
"Sí,
yo soy un privilegiado, y no sólo
del fútbol. Dios me ha dado muchos
privilegios tanto en el campo deportivo
como afuera. Lo más importante es
lo que yo creo, con eso es suficiente porque
con eso le voy a dar muchas satisfacciones
a los que me quieren".
¿Cuál
es la meta ahora?
"Es muy grande, es dar un giro de 180
grados y sacar al Medellín campeón
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