Por desplazamiento y crecimiento de los bordes, los animales están en riesgo de perder el hábitat. Foto: David Sánchez/EL TIEMPO
En los campanarios de las iglesias, en casas, fábricas y edificios abandonados, en los jardines y parques, en los árboles de las avenidas. Allí, en todos esos lugares de la urbe, se esconden y sobreviven más de 443 especies de animales silvestre.
Por: PAOLA MORALES ESCOBAR |
12:26 p.m. | 5 de junio de 2015
Los han ido desalojando de su hábitat natural.
Se trata de zarigüellas, murciélagos, halcones, carpinteros, colibríes, loros, salamandras, ranas y lagartos, entre otros, que alternan y coexisten con las personas de forma sigilosa y huyendo de quienes los consideran dañinos o portadores de enfermedades.
Todos estos animales se han adaptado a las condiciones de la urbe, que en su proceso de crecimiento los ha ido desalojando de su hábitat natural.
Según el estudio ambiental de la Contraloría de Medellín, debido a la sobrepoblación, al desplazamiento de ciudadanos hasta las zonas rurales y al crecimiento desmedido de los bordes, los animales están en un riesgo inminente de perder el poco hábitat que queda en el territorio.
A pesar de este fenómeno, el funcionamiento y la permanencia de los ecosistemas urbanos son considerados primordiales para la salud urbana y el bienestar de los ciudadanos.
Para Sergio Solaria, biólogo y profesor de la Universidad de Antioquia, la administración debe tomar acciones sociales, educativas y políticas, pero lo principal es reconocer que cuanto mayor es la biodiversidad, mayor será el bienestar psicológico y social de sus habitantes.
“Los murciélagos ayudan en la polinización de las flores y frutos, a través de esto recolonizan lugares despoblados de flora. Además, los ratones y los marsupiales se alimentan de insectos o restos de comida, lo que provoca que esa materia muerta vuelva a su ciclo natural”, dijo Solari.
La falta de estas especies produce ciudades grises, contaminadas, sin árboles, flores u otras especies de planta. Las ciudades con un buen funcionamiento de los ecosistemas son mejores lugares para la vida de los seres humanos.
Por eso, la protección de estos espacios, aseguró Juan Guillermo Páramo, director del colectivo ambiental Animanaturalis, es indispensable para la preservación de las especies animales y vegetales, a su vez, para la salud mental, la felicidad y la convivencia de los habitantes.
Para Páramo, lo principal es que la ciudad tenga un diseño y planeación urbanístico sostenible y a favor del medio ambiente, que contribuya a preservar el ecosistema y mantenga intactos los espacios verdes, los árboles y fuentes hídricas.
El objetivo es que desde esta planeación urbanística la alcaldía busque la optimización de los recursos naturales y del sistema de edificación, de tal modo que se minimice el impacto ambiental de los edificios o construcciones sobre el medio ambiente y sus habitantes.
“Es necesario que haya una campaña educativa por parte de los colegios, los barrios y las administraciones municipales. Por ejemplo, niños y adultos deben reconocer la labor que cumplen las zarigüellas, aves y lagartos, dentro del ecosistema”, dijo Páramo.
Para él, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá y Corantioquia, autoridades ambientales, han realizado campañas agresivas en contra del cautiverio ilegal de fauna silvestre, pero las personas continúan sacando a los animales silvestres de su hábitat natural, para venderlos en las principales vías de Antioquia y en las plazas de mercado de los municipios.
La falta de estas especies produce ciudades grises, contaminadas, sin fuentes hídricas, sin árboles, flores u otras especies de planta.
Para Ana Milena Joya, subdirectora ambiental del Área Metropolitana, la fauna silvestre es importante en las grandes urbes debido a los servicios que presta al ecosistema, a los efectos que tiene sobre la estética del paisajismo y en el uso recreativo y social que tiene.
Por estas razones, concuerda con Páramo en que los proyectos educativos y pedagógicos son esenciales para el cuidado y el buen manejo que los ciudadanos puedan hacer de los recursos naturales en las áreas urbanas y rurales.
“A pesar de que hemos hecho llamados a la comunidad sobre la no tenencia de fauna silvestre como mascotas, la problemática continúa. Durante el año pasado fueron decomisados 12.000 individuos”, contó Joya.
El objetivo, agregó la subdirectora, es que los animales vivan libres y en óptimas condiciones en la ciudad.
Actividades para Día del Medio Ambiente
Como conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá realizará hoy un festival de Cultura Ambiental, en el parque principal del municipio de Itagüí.
Este certamen hace parte de la estrategia ‘Nos vamos de Tour Pura Vida por el Medio Ambiente’, que se desarrollará en los nueve municipios del Área Metropolitana durante este mes y cuyo objetivo es socializar y sensibilizar a los ciudadanos sobre los proyectos ambientales metropolitanos y fortalecer con ello la gestión, sensibilización y socialización de las acciones que la entidad lidera en pro de la sostenibilidad ambiental del territorio.
Entre las actividades que la entidad llevará a cabo está un especial de cocina ancestral, rompecabezas a gran escala, espectáculo de luces, presentaciones artísticas, comparsas, mercado verde, exposición de fotografías, caminatas ecológicas, cineforos y pícnic.
A la par de este certamen, la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro y Nare (Cornare), se unirá a la campaña liderada por la Secretaría de Medio Ambiente de la Gobernación de Antioquia y realizará una siembra de especies de árboles nativos en los municipios de El Santuario, Guarne, San Vicente, El Carmen de Viboral, Sonsón, Guatapé y San Carlos.
La Alcaldía de Medellín también conmemorará este día con un pícnic ambiental en donde los ciudadanos podrán contemplar y conocer, desde el gusto, las delicias de la riqueza gastronómica que produce el departamento de Antioquia y tendrán la oportunidad de sembrar y sentir los organismos vivos que hacen posible el ciclo productivo. El evento será realizado en la plazoleta del Centro Administrativo La Alpujarra.
Igualmente, el Centro de Bienestar Animal La Perla, programa de la Secretaría de Medio Ambiente en convenio con la Corporación Universitaria Lasallista, estará presente con los componentes de adopción y educación, sensibilizando sobre tenencia responsable de animales de compañía y en la adopción como la mejor opción.
PAOLA MORALES ESCOBAR
Redactora de EL TIEMPO