YO, LA EMPANADA

Por Oscar Dominguez
No me pregunten el porqué, pero como empanada de iglesia siempre la he ido muy bien con la teología y con el erotismo. Por esta razón: en la construcción de toda iglesia y en el génesis de muchos noviazgos se mece altanero el acompañamiento gastronómico de una de nosotras. Continuar leyendo “YO, LA EMPANADA”

Envigado para legos

Por Oscar Dominguez

Según el historiador Manuel Uribe Ángel, la ciudad debe su nombre a las famosas vigas “que presentaban los más largos y finos toncos” utilizados en la construcción de los edificios.
¿A quiénes les hablaba al oído José Félix de Restrepo? Abróchense el cinturón de seguridad: a Bolívar y a Santander.
Es la tierra del amor: de la morcilla más rica. También le dicen tubería negra.
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