Tola y maruja No nos consta

—Yo me parece que el presidente Maduro se debe relajar, pedir una licencia y terminar el bachillerato.
—Da pesar un país tan rico y la escasez tan berrionda: figurate que allá no se consiguen aguacates maduros porque no hay periódicos pa maduralos.
—Cuentan que la escasez en Venezuela está llegando a puntos dramáticos: ya no se consiguen ni miss universos… Y pa completar, les quedan poquitas reservas de democracia.
—Ay, Maruja, tiene que estar muy llevao un país pa que los propios enemigos de Chávez lo añoren.
—¡Chito! No mentés a Chávez que yo le cogí bronca desde cuando hizo un minuto de silencio por la muerte del guerrillero colombiano Raúl Reyes.
—Pero Maruja, mirale el lado bueno: Chávez al menos se quedó callao un minuto.

—Lo único rescatable de Nicolás Maduro es que suelta unos disparates muy charros… Su última barrabasada fue decir: “Amamanta cuervos y te sacarán los ojos”.
—¿Y cómo se dice pues?
—Cría cuervos y te demandarán por alimentos.

—Ser humorista en Venezuela debe ser mamey con todos los papayazos que da Maduro… Lástima que no haiga libertá de prensa.
—En fin, pobres venezolanos con ese paquete de gobernante… Y sin esperanzas, porque Maduro se ve muy aliviao.

—Ve Tola, cambiando de tema, estoy aterrada con la corrución de algunos militares… En estos días conocí un exmilitar y se me presentó muy campante: Fulanito de tal, coronel en uso de mal retiro.
—Toca aclarar que nuestros soldados son honrados en su mayoría y que solamente se trata de unos 5.000 casos aislados.
—Ole, a todas estas, ¿por qué hablan de “manzanas podridas” en vez de nombrar una fruta criolla: guamas podridas?

—Ajualá los militares entiendan que los queremos mucho, que les agradecemos esta vida y la otra… y que no nos crean tan jiqueronas: sabemos que pa varios de ellos la paz no es negocio.
—No te pongás tan seria, querida, que me hacés arrecordar de un chiste que decimos en nuestra obra teatral Tola y Maruja patriotas, que cae como anillo al dedo: quizque en la colonia el ejército español era tan corruto que al que los denunciaba le pegaban un tiro… Le pegaban uno y facturaban dos.

—Mejor cambiemos de tema y decime querida cómo te pareció el vice que se rebuscó Marta Lucía.
—Una machera: Camilo Gómez tiene mucha esperiencia en negociaciones de paz, en el área de fracasos.
—Pero nadie lo conoce.
—¿Cómo que nadie? Pastrana lo distingue.
—Fortunadamente el Partido Conservador está dividido, si no el vice de la pobre Marta Lucía sería Telésforo.

—Te confieso Maruja que yo voy a votar por Martica.
—¿Y vas a votar por ella por solidaridá de género o por solidaridá estética?

—Ole vos, ¿supites que el procurador Ordóñeze está investigando ilegalmente al fiscal general Eduardo Montealegre?
—Hum, con razón sacaron este chascarrillo: que el procu Ordóñeze no es santanderiano sino SATÁNderiano.

—Ve, Tola, ¿ya te conté el cacho que me pasó antier en Trasmileño? Figurate que en pleno bus un tipo se bajó la bragueta y se sacó el cosiámpiro… ¡Y se lo robaron!