Así es la ciudad que Medellín se sueña para 2020

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Con ojos grandes, que brillan, José Miguel, de seis años hoy, cree que el sol duerme tendido en la nube más encendida del atardecer. Desde allí la estrella del día mira la ciudad que enciende las luces, con sus casas que alcanzan casi el filo de las montañas, los edificios —que al pequeño le ha dado por llamar rascacielos— su río y sus parques.
En el futuro, desde su mirador, tendrá debajo una urbe renovada, que también para todos los niños, habrá cambiado y será de ellos.En los próximos años, Medellín, de acuerdo con sus proyectos, espera contar con conexiones eficientes con el departamento y el país. Nuevas maneras de transporte, tranvía y más cabinas de cable que integren a quienes están más distantes del corazón urbano. Más espacio público a lo largo del eje que es el río. Construcciones que garanticen el acceso a servicios y el cuidado del medio ambiente en los bordes de la ciudad y obras viales planeadas para realizarse con el aporte de los ciudadanos.Además la ciudad seguirá su curso hacia el desarrollo de espacios de integración y movimiento en los barrios, de acceso al conocimiento, a las oportunidades de empresa y a la salud, entre otros, nacidos de las necesidades presentes en la cara de la urbe de los últimos años.
La ciudad de los proyectos¿Cómo será la Medellín que vea el sol cuando salga la primera mañana de 2020? ¿Cómo la imaginan quienes la dibujan hoy en proyectos? José Miguel y varios de sus amigos contemporáneos —incluido uno imaginario— no demandan cosas muy diferentes a las de hoy en la ciudad, solo tomarse las calles, los parques y sus sitios favoritos, en compañía de sus padres y las personas que más aman, sin importar la edad que tienen hoy, si son niños como ellos o adultos como quienes toman las decisiones.
El director del Departamento Administrativo de Planeación de Medellín, Jorge Alberto Pérez, vislumbra una ciudad más cívica, incluyente, donde se respetan derechos colectivos, donde prevalezca el interés general sobre el particular y con acceso a condiciones básicas de calidad de vida para todos. “Se impondrán el transporte colectivo y público sobre el particular y vamos a tener un sistema mucho más equilibrado entre los ámbitos construidos, el espacio público y los sistemas naturales urbanos”, augura el funcionario.
La presidente del Consejo Territorial de Planeación, Françoise Coupé, se define realista en su mirada de la ciudad de los próximos años: “Espero que tenga más equidad y menos discriminación, con instituciones sólidas y democráticas, una ciudad consciente de los límites en su territorio y en su capacidad de responder a todos los retos; abierta al mundo y sobre todo a quienes habitan la región y el país”.Su expectativa se complementa en lo físico con la visión de una ciudad que haya recuperado el centro como lugar de identificación, memoria, educación y cultura. Que tenga espacios públicos articulados a la vida del barrio, con parques, cafés, árboles y flores para los encuentros ciudadanos. Que tenga movilidad segura y limpia y un hábitat libre de amenazas naturales y de violencias.
“La ciudad va a tener más espacio público por persona. Hoy tenemos 3,8 metros cuadrados por habitante y lo que quisiéramos tener con estos proyectos son más de 15 metros cuadrados por habitante”, advierte la gerente de la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU), Margarita María Ángel Bernal.Señala que en el mundo se habla de un índice mínimo en el espacio público de 10 metros cuadrados por habitante y agrega que en 2020 sueña con poder disfrutar el Parque Vial del Río, el Cinturón Verde Metropolitano, la renovación urbana en Naranjal y Arrabal.
La del año 2020 será una ciudad más segura en palabras del gerente de la Empresa Urbana de Seguridad (ESU), el coronel (r) Ricardo Salgado.”Tendrá vigilancia por parte de medios electrónicos y tecnificación en atención”, asegura.Agrega que para entonces Medellín contará con mejores posibilidades de movilidad, comunicaciones y acceso a la seguridad para todos.
“Pero el 2020 es mañana”, repara el director del Centro de Estudios Urbanos y Ambientales (Urbam) de Eafit, el arquitecto Alejandro Echeverri. Explica que los proyectos de importancia que plantea la Alcaldía tomarán tiempo. Considera que para la fecha vamos a estar en un proceso de transformación, de lograr incorporar el río a la vida de la ciudad.
Luis Fernando Arbeláez Sierra, arquitecto urbanista, subraya que el gran reto “es lograr la equidad, una ciudad con mixtura de clases, donde todos podamos compartir los equipamientos públicos, transporte y espacios públicos”.”Hay dos cosas distintas: una es la ciudad que queremos y otra, cómo va a ser”. Advierte que el objetivo de Medellín es imposible de lograr solo dentro de los límites políticos y administrativos de la ciudad, por lo cual el trabajo coordinado con otras administraciones del área metropolitana es un imperativo para sacar adelante a Medellín en equidad, igualdad y fortalecimiento de lo público.
Lo cierto es que en unos años, cuando el sol se ponga tras nubes amarillas, naranjas y violetas, lo hará sobre una ciudad muy distinta a la que miramos con nuestros hijos un día, preguntando por el Medellín en que serán jóvenes y adultos. A lo mejor tendrá verdaderos rascacielos y sus niños todavía tendrán la ilusión en la mirada.
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